El año en que me enamoré de todas

Título: El año en que me enamoré de todas

Autor: Use Lahoz

Páginas: 304

Editorial: Espasa

Esta es la historia de Sylvain Saury, un joven parisino adicto a la vida que se acerca peligrosamente a los treinta y que sufre el síndrome de Peter Pan. Tiene muchas virtudes: es sensible, bilingüe y sabe hacer amigos, pero también tiene grandes defectos: en cuestiones de amor no consigue pasar página, tiende a meterse donde no le llaman y el verbo ‘madurar’ le asusta.

Cuando recibe la propuesta de un trabajo mal pagado en Madrid no se lo piensa: prefiere vivir allí a salto de mata que hacerse adulto en París. Y, además, en Madrid vive Heike Krüger, su exnovia alemana, a quien no ha conseguido olvidar.

Mientras se instala, Sylvain va trazando el plan de reconquista de Heike, pero el inesperado hallazgo de un manuscrito cambiará sus planes y le abrirá una ventana a una historia emocionante, llena de sorpresas y casualidades. Esta lectura trastocará su brújula y le recordará la gran verdad oculta tras la frase con la que le despidió de París su amigo Michel Tatin: «El corazón está para usarlo».

Este es uno de esos libros que compré hace años y nunca llegué a empezar, supongo que fue porque la sensación que me daba era de que iba a ser un libro pasteloso de lecciones. Como me he propuesto dejar un poco la novela negra y volver a disfrutar de otros géneros me animé a empezar esta historia y la verdad es que no me ha decepcionado, sobre todo porque no ha sido pastelosa y eso lo agradezco mucho, jajaja.

La novela realmente es la historia de Sylvain, un francés que aterriza en Madrid para intentar volver a conectar con su ex como motivo principal, aunque a él le cueste aceptarlo. Se nos cuenta cómo es la vida de este personaje en esta nueva ciudad y cómo ha sido su vida hasta el momento. Conoceremos a muchos personajes, amigos de nuestro protagonista desde el Erasmus italiano en el que pasaron tantas cosas. Las personas que le rodean me han parecido muy reales y me han caído todas bastante bien. La primera parte de este libro no solo nos cuenta la historia de este francés de 29 años, sino que, al encontrarse este un manuscrito, conoceremos también la historia de Metodio Fournier y su familia. Se irán alternando las historias a lo largo de diferentes capítulos e iremos conociendo poco a poco a ambos personajes. La historia no es lineal, pues está llena de flashbacks, más que necesarios y bien diferenciados del presente.

La historia de ambos me ha gustado mucho, aunque de la de Metodio ha habido una cosa que me ha chocado bastante. Metodio empieza un romance con una persona bastante más mayor que él y, aunque se note que están enamorados, el hecho de que él tuviera 15 años no me hace ver realmente el romance como algo lícito y romántico. De la historia de Sylvain me quedaría con Monsieur Tatin, un personaje que repara corazones, hablar con él es terapeútico y haberle conocido hace que percibas la magia en sus palabras.

Ha sido un libro bastante ligero, es una historia llena a su vez de historias que te hacen reflexionar sobre lo diferente que puede ser la vida para cada persona como bien refleja el protagonista al comparar su vida con la de Metodio, pues aunque tengan la misma edad, sus vidas distan mucho de parecerse.